La Responsabilidad Social Empresaria (RSE), tendencia global cada vez más potente, tiene como consecuencia deseada que las organizaciones civiles y las empresas sean evaluadas por los ciudadanos tanto por la calidad de sus productos y/o servicios, así también como organizaciones socialmente responsables.
En nuestro país este concepto se ha instalado con fuerza y en base a fuentes de publicaciones especializadas se puede afirmar que existen no menos de 500 firmas de importancia que realizan y comunican acciones de Responsabilidad Social. Esto permite afirmar que las acciones que se desarrollan en materia de RSE no representan un gasto sino una inversión que mejora el vínculo con la comunidad y suma valor social agregado a los productos y/o servicios.
En este marco de creciente importancia que tiene para las organizaciones (empresariales y asociaciones civiles sin fines de lucro), el aumento del compromiso con la comunidad de referencia y de la sociedad en general, la Bolsa de Cereales propone dar mayor impulso a las actividades de Responsabilidad Social que comenzó a implementar de manera silenciosa desde hace ya varios años. En este sentido ha desarrollado un Plan de trabajo sobre un área sensible como lo es la educación y, en especial la que está vinculada al sector productivo y comercial, haciendo foco en el apoyo a las escuelas agro técnicas; dado que el aporte de estas escuelas al sector es sustantivo.
El dinamismo del sistema productivo y comercial, frecuentemente, deja un paso atrás a las escuelas, generando permanentes brechas tecnológicas y de contenidos, entre ambos sectores, trabajar sobre esto implica acercar los dos ámbitos que deberían por cierto, funcionar a la par y retroalimentarse uno del otro.