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Sembrando ideas

Un espacio de discusión y análisis sobre la actualidad del sector agroindustrial argentino e internacional.

Fecha de Publicación: 17/04/2024

El área de trigo se mantendría en 5,9 Mha

La intención de siembra para el próximo ciclo se mantendría en 5,9 Mha, quedando este valor supeditado a la evolución de las variables no solo climáticas, sino principalmente de las económicas de aquí hasta el momento de comenzar con las labores de implantación. La intención de siembra comparado con el promedio de las ultimas 5 campañas, se ubica por debajo en un 6,9%.
Esta combinación inicial de un clima favorable para la siembra con una rentabilidad económica desalentadora configura un panorama complejo para los productores, quienes deben decidir si avanzar con la siembra de fina o esperar a la gruesa.

Autores: Gerencia de Estudios Económicos

Clima

Hay un escenario agroclimáticamente favorable para la siembra. Con la activación tardía del fenómeno de “El Niño”, que desencadenó lluvias abundantes durante marzo y abril sobre toda el área agrícola, se dio la recuperación al menos parcial de las reservas del perfil. Sin embargo, la previsión de un año atravesado por el fenómeno “La Niña”, lleva a muchos productores a optar por realizar barbechos largos, con el objetivo de reservar la humedad almacenada recientemente para los cultivos de gruesa del próximo ciclo.

Figura 1: Porcentaje de Agua Útil en el Perfil (al 16/04/2023 y 16/04/2024)

Fuente: SMN-INTA-FAUBA.

Estimación

La intención de siembra a nivel nacional para el próximo ciclo se mantendría en 5,9 Mha, con ajustes compensatorios entre las diferentes zonas PAS.

Gráfico 1: Evolución del Área Sembrada de Trigo

Fuente: Bolsa de Cereales.

En la región del norte del área agrícola, el trigo se cultiva con un "doble propósito": como cobertura y potencial cosecha si el rendimiento lo justifica. Aunque su aporte al volumen nacional no es significativo, la mejora en las reservas del perfil podría incentivar un aumento en la superficie cultivada. Similar escenario ocurre en el centro-oeste del área agrícola, que sobrellevo las ultimas 4 campañas déficit hídrico. 

En los Núcleos Norte y Sur, zonas relevantes para la producción del cereal, el área caería producto de la rentabilidad dados los niveles tecnológicos utilizados y la previsión de año niña, llevando a los productores a optar por la práctica de barbecho largo con el fin de reservar humedad para la gruesa.

El Centro-Este de Entre Ríos suele ser una región donde la intención de siembra responde a las condiciones de humedad del suelo al momento de iniciar las labores. Los productores de esta zona asumen que, bajo el escenario actual, el área de trigo se mantendría.

Sobre el sur del área agrícola nacional, con de las lluvias de la última semana, la intención de siembra de fina queda más afianzada, y sobre todo se observa una clara intención de recuperar al menos parte de las hectáreas resignadas por sequía durante las campañas previas en el Norte de La Pampa – Oeste de Buenos Aires. En cuanto a los costos, dado que son zonas donde el cultivo se realiza cubriendo al menos los requerimientos nutricionales básicos, puede que se afinen los números reduciendo el paquete tecnológico. La variable de ajuste de área en estas zonas será entonces la relación trigo/cebada, favoreciendo a la última la cosecha anticipada que la vuelve un cultivo atractivo.

Economía

Desde principios de marzo, el precio promedio FOB a cosecha del trigo en Argentina tuvo una recuperación, alcanzando los 230 USD/Tn, lo que representa un incremento del 10%, o una ganancia acumulada de 20 USD/Tn. Este aumento se produce después de las significativas caídas registradas desde abril del año anterior, que resultaron en una reducción acumulada del 19%.

Respecto a los costos de producción, los precios de los insumos se han mantenido estables o incluso han experimentado incrementos, lo cual ha resultado en un deterioro de las relaciones insumo producto. En particular, se requieren 4,55 y 3,22 toneladas de trigo para adquirir una tonelada de fosfato y urea, respectivamente, lo cual supera el promedio de los últimos cinco años, que era de 3,67 y 2,79 toneladas. En lo que respecta al combustible y a los herbicidas, el cociente ha desmejorado un 16% y 17% en comparación con abril del año pasado, siguiendo una tendencia similar.

Gráfico 2: Relación Insumo Producto

Fuente: Elaboración propia en base a datos de Bolsa de Cereales y Márgenes Agropecuarios.

Ante los crecientes costos de producción, el gobierno ha anunciado medidas para mitigar estos impactos, a partir de la reducción de aranceles aplicados a ciertos herbicidas y fertilizantes nitrogenados. Aunque la iniciativa tendrá un efecto limitado en la reducción de costos operativos de la producción porque los herbicidas, a pesar de que experimentarían una reducción arancelaria más significativa, solo constituyen el 18% de la estructura de costos. Por otro lado, los fertilizantes, que representan, sujeto al tipo de planteos tecnológicos, un 33% de la estructura de costos, tendrían una disminución relativamente modesta en sus aranceles.

Por lo tanto, al analizar el aumento en los precios y la evolución en los costos de producción, se observa que, en el margen, la rentabilidad presenta una leve mejoría, variando de acuerdo con la región PAS específica y los costos de alquiler.

En el trabajo “Perspectivas para la nueva campaña agrícola 2024/25: Análisis de Incentivos y Escenarios Futuros para el Trigo” , se destacan múltiples escenarios de políticas, como la eliminación del Impuesto PAIS para fertilizantes y los derechos de exportación (DEX) sobre el trigo y cebada, que pueden tener un impacto positivo en el área de hasta 787 mil hectáreas extras producto de la mejora en la rentabilidad proyectada.

En conclusión, esta combinación de un clima inicialmente favorable para la siembra con una rentabilidad económica desalentadora configura un panorama complejo para los productores, quienes deben decidir si avanzar con la siembra de fina o esperar a la gruesa.

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